Procedentes de una tierra extraña y lejana, los tabaxi son humanoides felinos impulsados por la curiosidad a coleccionar artefactos interesantes, recopilar cuentos e historias, y poner los ojos en todas las maravillas del mundo. Últimos viajeros, el tabaxi rara vez se queda en un solo lugar por mucho tiempo. Su naturaleza innata los empuja a no dejar secretos al descubierto, ni tesoros ni leyendas perdidas.
Nombres
Cada tabaxi tiene un solo nombre, determinado por el clan y basado en una fórmula compleja que involucra astrología, profecía, historia del clan y otros factores esotéricos. Los nombres Tabaxi pueden aplicarse tanto a hombres como a mujeres, y la mayoría utiliza apodos derivados o inspirados en sus nombres completos. Los nombres de los clanes suelen basarse en una característica geográfica situada en el territorio del clan o cerca de él. La siguiente lista de ejemplos de nombres de tabaxi incluye apodos entre paréntesis. Nombres Tabaxi: Nube en la cima de la montaña (Nube), Cinco Maderas (Madera), Calzado de Jade (Qade), Colibrí zurdo (Ave), Siete Nubes de Trueno (Trueno), Falda de Serpientes (Serpiente), Espejo Fumador (Humo) de los Clanes Tabaxi: Acantilados Brillantes, Lluvia Distante, Árbol de Montaña, Río Rumbo, Montaña Ronquido
Características
Aumento de característica. Destreza aumenta en 2, y Carisma aumenta en 1.
Edad. Equivalente a la de los humanos
Alineamiento. Tienden hacia alineaciones caóticas. Muy raramente son malvados.
Tamaño. Más alto que los humanos, delgado. Tu talla es mediana
Velocidad. Su velocidad base para caminar es 30.
Idiomas. Puede hablar, leer y escribir en común y en otro idioma de su elección.
Visión en la oscuridad. Tiene los sentidos agudos de un gato, especialmente en la oscuridad. Pueden ver en una luz tenue a menos de 60 pies como si fuera una luz brillante, y en la oscuridad como si fuera una luz tenue. No se puede discernir el color en la oscuridad, sólo las sombras de gris.
Agilidad felina. Sus reflejos y agilidad le permiten moverse con una ráfaga de velocidad. Cuando mueve en tu surno de combate, puede duplicar su velocidad hasta el final del turno. Una vez que usa este rasgo, no puede usarlo de nuevo hasta que mueva 0 pies en uno de sus turnos.
Uñas de Gato. Debido a sus garras, tiene una velocidad de escalada de 20 pies. Además, sus garras son armas naturales, que puede usar para hacer golpes desarmado. Si golpea con ellos, inflige un daño cortante igual a 1d4 + su modificador de fuerza, en lugar del daño contundente normal para un golpe desarmado.
Talento de Gato. Tiene competencia en las habilidades de Percepción y Sigilo.
PARIAS ERRANTES
La mayoría de los tabaxi permanecen en su lejana patria, contentos de vivir en pequeños y estrechos clanes. Estos tabaxi cazan alimentos, fabrican productos artesanales y se mantienen en gran medida para sí mismos. Sin embargo, no todos los tabaxi están satisfechos con una vida así. El Señor Gato, la figura divina responsable de la creación del tabaxi, regala a cada uno de sus hijos un rasgo felino específico. Aquellos tabaxi dotados de curiosidad se ven obligados a vagar por todas partes. Buscan historias, artefactos y tradiciones. Aquellos que sobreviven a este período de sed de viajes regresan a casa en sus años mayores para compartir noticias del mundo exterior. De esta manera, los tabaxi permanecen aislados pero nunca ignorantes del mundo más allá de su hogar.
TRUEQUE DE TRADICIONES
Atesoran el conocimiento más que las cosas materiales. Un cofre lleno de monedas de oro puede ser útil para comprar comida o una bobina de cuerda, pero no es intrínsecamente interesante.
A los ojos del tabaxi, reunir riquezas es como empacar raciones para un viaje largo. Es importante sobrevivir en el mundo, pero no vale la pena preocuparse. En cambio, los tabaxi valoran el conocimiento y las nuevas experiencias. Sus oídos se levantan en una taberna ocupada, y cuentan historias con ofertas de comida, bebida y monedas. Puede que se vayan con los bolsillos vacíos, pero reflexionan sobre las historias y rumores que han recogido como un avaro contando monedas. Aunque la riqueza material tiene poco atractivo para los tabaxi, tienen un deseo insaciable de encontrar e inspeccionar reliquias antiguas, objetos mágicos y otros objetos raros. Aparte del poder que estos objetos pueden conferir, un tabaxi se alegra mucho de desentrañar las historias que hay detrás de su creación y la historia de su uso.
FANTASÍAS PASAJERAS
Los tabaxi errantes son criaturas mercuriales, que cambian una obsesión o pasión por la siguiente cuando el capricho golpea. El deseo de un tabaxi arde, pero una vez encontrado desaparece para ser reemplazado por una nueva obsesión. Los objetos permanecen intrigantes sólo mientras guarden secretos. Un pícaro tabaxi podría pasar meses conspirando para robar una extraña gema a un noble, sólo para cambiarla por un pasaje en un barco o por una semana de alojamiento después de robársela. Puede tomar notas extensas o memorizar cada faceta de la gema antes de pasarla, pero la gema no tiene más encanto una vez que sus secretos y la naturaleza han quedado al descubierto.
JUGLARES
La curiosidad impulsa la mayoría de los tabaxi que se encuentran fuera de su patria, pero no todos se convierten en aventureros. Los tabaxi que buscan un camino más seguro para satisfacer sus obsesiones se convierten en juglares y juglares errantes. Estos tabaxi trabajan en pequeñas compañías, generalmente compuestas por un tabaxi mayor y más experimentado que guía a hasta cuatro jóvenes que aprenden su camino en el mundo. Viajan en pequeños y coloridos vagones, moviéndose de un asentamiento a otro. Cuando llegan, montan un pequeño escenario en una plaza pública donde cantan, tocan instrumentos, cuentan historias y ofrecen productos exóticos a cambio de artículos que despiertan su interés. Los tabaxi aceptan a regañadientes el oro, pero prefieren objetos interesantes o piezas de tradición como pago. Estos vagabundos se aferran a los reinos civilizados, prefiriendo negociar en lugar de perseguir métodos más peligrosos para saciar su curiosidad. Sin embargo, no dicen que no a un robo discreto para poner sus garras en un artículo particularmente interesante cuando un propietario se niega a venderlo o intercambiarlo.