A menudo el nombre Otomo se dice con tono temeroso, un sentimiento fácil de comprender en Rokugán. Los Otomo son temibles depredadores de las cortes del Imperio, que se aprovechan al máximo de cualquier ventaja que les otorgue su rango. Los Otomo son manipuladores diabólicamente astutos, y parecen no tener ningún tipo de remordimientos a la hora de destrozar a sus enemigos verbal y políticamente. Se dice que la corte es un campo de batalla más letal que el combate, proverbio que los Otomo parecen demostrar con abandono todos los días. Los miembros de la familia real que no suben al trono a menudo renuncian a su nombre familiar y se unen a la familia Otomo.
