Los espíritus retornados parecían humanos, pero todos tenían un vínculo con los Reinos Espirituales que aparecía como un aura brillante a su alrededor. Su vínculo espiritual les permitía vivir con menos descanso y alimento. Podían esforzarse durante más tiempo y algunos incluso vivían más tiempo. Esta conexión innata a veces llenaba sus mentes de una extraña euforia, que en ocasiones les llevaba a la locura.
