Provincias de la Familia Hiruma.
Durante los primeros ochocientos años de la historia del Imperio, las tres provincias de los Hiruma eran conocidas por ser algunas de las más bellas de las tierras Cangrejo. Eran las más meridionales de todas las provincias continentales, e incluian bosques semitropicales y campos verdes. Los colibríes eran comunes y los ríos y lagos eran cristalinos y cálidos. La invasión de las Tierras Sombrías liderada por la Fauce cambia todo eso. El vasto ejército de demonios y muertos vivientes se filtró por las tierras de los Hiruma, capturando sus castillos y arrasando sus aldeas. Todo quedó manchado, pasando a formar parte de las expandidas Tierras Sombrías. Durante más de tres siglos, los Hiruma carecieron de tierras propias, viviendo como exiliados en las tierras de los Hida y entrenándose junto a los Shinjo en tierras Unicornio.
A principios del siglo XII, tras el debilitamiento de las Tierras Sombrías por la derrota de Fu Leng en el Segundo Día del Trueno, los Hiruma consiguen finalmente recuperar sus tierras. La Mancha fue purgada de ellas de la misma forma que los Kuni limpiaron previamente su propio territorio, dejando las provincias Hiruma espiritualmente seguras pero estériles, incapaces de albergar vida. Todos los suministros para las reconstruidas posesiones Hiruma tienen que ser traídos en caravana desde las tierras Cangrejo, haciendo que la supervivencia sea precaria en el mejor de los casos.