La Casa de las Ocho Hojas se encuentra en algún punto intermedio, respetable pero no ostentosa, con una mezcla de samuráis de bajo rango y mercaderes adinerados pasando el rato en su sala común tomando té y fideos con especias, mientras una joven toca tranquilamente el samisen en un rincón. El aura pacífica que parece impregnar las Tierras Fénix es fuerte aquí, y es difícil imaginar que incluso alzar la voz pueda perturbar el murmullo de la conversación en la sala.
Aojiroi Oku Shiro.
El castillo de Roble Pálido y la ciudad que lo rodea son dos de los pocos lugares en las tierras del Fénix que ven un gran número de visitantes de otros Clanes. El roble que da nombre al castillo es una de las reliquias más sagradas del Imperio, y miles de peregrinos viajan a la ciudad cada año con la esperanza de recibir la bendición curativa que se rumorea que el roble puede proporcionar. El propio Castillo del Roble Pálido ha acogido eventos tan prestigiosos como la Corte de Invierno del Emperador, y por lo tanto los alojamientos en la cercana ciudad van desde los más básicos, destinados a las hordas de campesinos peregrinos que visitan la ciudad cada año, hasta posadas de lujo y casas de té que no estarían fuera de lugar en una ciudad Grulla.
Uno de los castillos más bellos de las tierras de Fénix, el Castillo de Roble Pálido es el preferido por los Isawa como sede de sus Cortes de Invierno. (Prefieren que Kyuden Isawa, la sede de sus conocimientos mágicos, permanezca más privada). Sin embargo, dado que el Castillo del Roble Pálido es un lugar hermoso y sagrado, pocos huéspedes se han quejado de pasar allí el invierno.El Castillo del Roble Pálido toma su nombre de un árbol que creció en el lugar donde fue enterrado el emperador Hantei XVII, supuestamente porque su esposa, siendo Grulla, había nacido en el castillo. El roble llegó a ser uno de los más grandes de su especie, y se cree que su corteza tiene propiedades curativas milagrosas. Considerado un símbolo de santidad, el hermoso árbol inspira tranquilidad a los observadores, lo que convierte al castillo en un lugar ideal para negociaciones pacíficas. Esta actitud se ve reforzada por los Isawa, que cuelgan nemuranai menores alrededor del castillo para infundir aún más una sensación de serenidad y tranquilidad. Las bellas exhibiciones de magia son también una atracción de la corte, y se anima a los jóvenes shugenja Isawa a asistir y competir entre sí para deleitar a los invitados con sus esfuerzos.
Dado lo prestigioso que es el Castillo de Roble Pálido, no debe sorprender que esté sometido a una estricta seguridad en todo momento. Varios escuadrones de Shiba bushi, asistidos por talentosos shugenja Isawa, se aseguran de que tanto los invitados como el árbol sagrado estén a salvo en todo momento. Sin embargo, este dispositivo de seguridad se mantiene discreto para que los visitantes se sientan a gusto.