La única excepción notable a la naturaleza pacífica de Hizoku es la aldea de Shutai, un antro de iniquidad y, a veces, una base para la actividad de los bandidos en toda la región. El Escorpión hacen la vista gorda mientras los bandidos lleven a cabo sus incursiones a través de las fronteras al sur y al oeste, dejando a los campesinos Escorpión sin ser molestados. Aunque esto nunca ha sido un acuerdo formal, los bandidos suelen ser lo bastante sabios como para reconocer el valor de la situación. Ocasionalmente, cuando la actividad de los bandidos genera demasiadas críticas al clan, El Escorpión los expulsan repentina y ostentosamente de Shutai... pero siempre regresan en menos de una década.
