El hogar ancestral de la familia vasalla Hiramori se construye en el siglo VI tras un vergonzoso suceso conocido como la Guerra del Fuego Fatuo, un incidente que los Daidoji nunca mencionan a los forasteros. Situado entre el bosque de Akagi y las marismas de Uebe, y con vistas a Mura Sabishii Toshi en la costa, este pequeño castillo contiene un conjunto disperso de profundos complejos de túneles y edificios camuflados. Sirve tanto de hogar como de principal campo de entrenamiento para los Hiramori, de quienes se rumorea que están especializados en contrabando, espionaje y otras actividades encubiertas e ilegales. Debido a su reputación, la pequeña fortaleza atrae a más inspectores imperiales que ninguna otra en las provincias Daidoji, pero hasta ahora nunca han descubierto nada digno de sanción legal.
