La villa fronteriza de Phandalin está construida sobre las ruinas de un asentamiento mucho más antiguo. Hace cientos de años, la vieja Phandalin era una próspera ciudad humana, cuyo pueblo estaba firmemente aliado con los enanos y los gnomos del Pacto de Phandelver. Pero la misma horda orca que saqueó las minas de la Cueva del Eco de las olas destruyó el asentamiento, y Phandalin fue abandonada siglos.

En los últimos tres o cuatro años, colonos de las ciudades de Waterdeep y Neverwinter han empezado el duro trabajo de reclamar las ruinas de Phandalin. Un nuevo asentamiento ha crecido en el lugar de la antigua ciudad, y es ahora el hogar de granjeros, leñadores, tratantes de pieles, y prospectores atraídos por leyendas de oro y platino en las colinas de las Montañas de la Espada.

Desafortunadamente, una serie de bandidos y forajidos se habían alojado aquí, aprovechándose del hecho de que el área no tiene ninguna autoridad local para echarlos. Una banda conocida como los Redbrands, liderada por el mago Glasstaff, había controlado Phandalin durante cierto tiempo, hasta que un grupo de aventureros los expulsó del pueblo y trajo al mago frente a las autoridades.