Los Arpistas o los Arperos son una organización antigua que ha resucitado, hecho añicos, y resucitado varias veces. Su longevidad y capacidad de recuperación se deben en gran parte a sus descentralizadas, pueblos, naturaleza secreta, y la casi autonomía de muchos de sus miembros. Tienen "células" y operarios solitarios en todo Faerûn, aunque interactúan y comparten información entre sí de vez en cuando como justifican las necesidades. La ideología “Arpista” es noble, y sus miembros se enorgullecen de su integridad e incorruptibilidad. Los Arperos no buscan el poder o la gloria, sólo un trato justo e igual para todos.
Los agentes Arperos están entrenados para actuar en solitario y depender de sus propios recursos. Cuando llegan en líos, que no cuentan con su compañero de Arperos para rescatarlos. Sin embargo, los Arperos se dedica a ayudar a otros en tiempos de necesidad, y la amistad entre los Arpistas son casi irrompibles. Espías magistrales e infiltrados, que utilizan diversas formas e identidades secretas para formar relaciones, cultivar sus redes de información, y de manipular a los demás a hacer lo que hay que hacer. Aunque la mayoría de Arperos prefieren operar en las sombras, hay excepciones.
CREENCIAS
- Uno nunca puede tener demasiada información.
- Demasiado poder lleva a la corrupción.
- Nadie debe estar indefenso.
OBJETIVOS
Recopilar información por todo Faerûn, discernir la dinámica política dentro de cada región o ámbito, y promover la equidad y la igualdad por medios encubiertos. Actuar abiertamente como un último recurso. Frustrar tiranos, o cualquier líder, gobierno, o grupo que crezca demasiado poderoso, y ayudar a los débiles, los pobres y los oprimidos.