Culto a los dioses naturales

El culto a Los Dioses Naturales es más común en las zonas menos civilizadas, donde prefieren vivir en comunión con la naturaleza. Para sus seguidores, el dios sol Saré representa la figura del padre y cuida de ellos otorgándoles luz hasta el anochecer, donde le releva la diosa luna Sínain, que representa la figura de la madre que les cuida incluso en la oscuridad de la noche. La diosa tierra Eektaia les entregó la vida y el alimento, y representa la figura del hogar. La diosa Nimi representa a la figura de la hija y les provee el agua, el dios Vrir representa la figura del hijo y les provee el fuego, y por último, la diosa Yreth representa la figura de la guía, que evita que se pierdan durante las travesías nocturnas y les provee el viento que respiran.

Rinden culto alabando al sol Saré cada amanecer y a la luna Sínain cada anochecer, extendiendo sus brazos mientras se sitúan de rodillas, de cara a cada uno de ellos. Para rendir culto al dios Vrir encienden hogueras y las saltan en repetidas ocasiones hasta que el olor del humo se les pegue, al menos una vez al mes. El culto a la diosa Nimi se lleva a cabo flotando sobre el agua, mirando hacia las estrellas siempre que puedan darse un baño. Para rendir culto a la diosa Yreth los fieles se sientan en el suelo con las piernas cruzadas y respiran de forma profunda con los ojos cerrados durante algunos minutos, al menos un par de veces al mes o cuando se sienten alterados. Por último, rinden culto a la diosa Eektaia besando la tierra cuando les provee alimento.