Cravers
  1. Races

Cravers

Los Craver son una especie artificial, producto de la bioingeniería avanzada y la ingeniería superior Endless. Creados por los Endless Virtual durante la Guerras del Polvo, como muchas de sus creaciones, primero fueron utilizados, luego desechados y, finalmente, abandonados. Con el tiempo, estos zánganos de guerra sin sentido adoptaron un nombre, Cravers, y desarrollaron una forma primitiva de sensibilidad.

Incapaces de oponerse a su programación, los Cravers vagan ahora por la Galaxia Endless con una única directiva: consumir.

MOVIDOS POR EL ADN

A pesar de sus esfuerzos, los Craver aún no han encontrado la forma de liberar a sus hermanos de la tiranía de sus genes. Programados para cazar, matar, saquear y reconstruir, los pocos Cravers que han conseguido liberarse de su condición lo han hecho por pura suerte al verse expuestos a grandes cantidades de Polvo sin refinar. La mayoría de estos Cravers “liberados” se unen a la La Academia para seguir explorando sus habilidades y su nueva libertad.

ESCLAVIZADORES Y ESCLAVOS

Los Craver siguen su directiva principal a través de medios directos y poco refinados: hacer la guerra a un imperio más débil, conquistar sus planetas, esclavizar a su población y obligarla a trabajar hasta que solo quede una cáscara vacía y sin vida en el cielo nocturno. Debido a la naturaleza insostenible de esta práctica, sistemas estelares enteros han sido esquilmados por una colonia Craver.

Sin embargo, los propios Craver también están esclavizados, en parte por sus genes y en parte por su estricta sociedad en forma de colmena. Los Obispos Craver, en particular, son individuos que ostentan suficiente poder en la sociedad Craver, la mayoría de las veces debido a que son los únicos individuos lo suficientemente inteligentes y compuestos como para hacerlo. Cada colonia Craver también tiene una única Reina, que es responsable de promover la línea de sangre, aunque su papel es menos político y más una necesidad para su especie.

MATERIA SOBRE MENTE

La tecnología y los edificios de los Craver tienen un marcado carácter orgánico, aunque se construyen a partir de partes de planetas y colonias saqueados. La memoria genética necesaria para construir una nave espacial funcional está implantada en cada Craver, y tienen la extraña habilidad de trabajar en proyectos masivos con perfecta coordinación sin decir una palabra.

Las naves Craver son rápidas, potentes y desechables. Sus cascos son estériles y desiguales, con tuberías y circuitos expuestos y refuerzos redundantes en secciones de la nave que suelen ser blanco del fuego pesado.

HAMBRE Y DESEO

Los historiadores coinciden en que, aunque aterradores, los Craver son también una especie triste: lo bastante inteligentes como para darse cuenta de que están atados por antiguas cadenas, pero aún no lo bastante avanzados como para ser capaces de romperlas.

Como resultado, los Craver se dejan llevar por un único sentimiento, ardiente y que todo lo consume: el hambre. Incapaces de resistir o hacer frente a su insaciable apetito, intentan calmar el dolor cediendo a su programación y convirtiéndose en feroces máquinas de guerra. Algunos afirman que aún hay esperanza para esta especie condenada, en forma de descubrimiento revolucionario, avance genético o, simplemente, milagro. Por ahora, las demás especies tienden a evitar el espacio de los Craver, y por buenas razones.