Esta pequeña fortaleza alberga la mayor sede de la cofradía de Erekar de la región. En su interior incluye una enorme biblioteca donde los monjes estudian y los investigadores realizan sus indagaciones, una cámara acorazada protegida por paladines de la orden en todo momento y un templo interior donde los clérigos rezan sus oraciones. Todo bajo la supervisión del magister Khalil y el perceptor Neokazu.
