Conocida como la Perla del Oeste, la ciudad de Murann fue construida en un puerto natural hecho de roca en las costas occidentales del Imperio Élfico. Además del gran puerto, también albergaba la Torre de Olwë, su sede de la Escuela de Cobalto. La ciudad esta decorada con perlas que los señores Elfos que la fundaron encontraron en los mares. Hasta el descubrimiento de Arengiel, la ciudad era uno de los lugares más pacíficos y tranquilos de todo el Imperio, realmente sinónimo de la dicha élfica.

Hoy en día es uno de los puertos más conocidos en la costa oeste de Aenith, dada su cercanía al archipielago de Arengiel. Su población sigue siendo principalmente élfica, y muy cerrada a nuevos habitantes de otras razas. Pero como el resto del imperio, abierta al comercio y al intercambio de vienes y servicios. Esto la ha convertido en un puerto de paso en el que el movimiento de personas y mercancías es rápido y eficiente, donde estar en el sitio correcto al momento indicado puede hacer a un mercante que se precie muy rico, o muy pobre, igual de rápido.