Aquellos que viajan por la espesura a veces miran al cielo y ven la forma alada y oscura de un guiverno cargando con su presa. Estos primos de los dragones cazan en los mismos bosques y cuevas que ellos. Su aparición alerta a los habitantes de las fronteras de la civilización.
Los guivernos tienen dos piernas cubiertas de escamas, alas correosas y una sinuosa cola que termina en su arma más letal: un aguijón venenoso. El veneno de estos aguijones puede acabar con una criatura en segundos. El veneno de guiverno es extremadamente poderoso, capaz de matar a una criatura en cuestión de segundos. Arde por todo el flujo sanguíneo, deshaciendo venas y arteras en su camino al corazón. Pese a lo letales que pueden llegar a ser estas criaturas, algunos cazadores y aventureros las rastrean para conseguir su veneno, que se puede utilizar para embadurnar armas o fabricar compuestos alquímicos.