La mente de los ogros es tan lenta como fuertes son sus cuerpos. Viven del saqueo, la rapiña y el asesinato, ya sea por placer o por alimentarse. El espécimen adulto medio mide entre 2,7 y 3m de estatura y pesa cerca de 450 kg.
Los ogros son conocidos por su carácter iracundo, que estalla ante la más mínima ofensa percibida. Los insultos y las injurias pueden despertar la ira de un ogro en el acto, igual que robarle, chocarse con él, propinarle un golpe, pellizcarle, reírse de él, hacerle muecas o simplemente mirarle de una manera extraña. Cuando se despierta su furia, los ogros irrumpen en un berrinche de frustración que no se apacigua hasta que desaparece cualquier objeto o criatura a los que aplastar.