Este depredador monstruoso toma su nombre de su capacidad de desplazar la luz para que parezca que está a varios pies de donde se encuentra en realidad. Las bestias trémulas poseen el aspecto de un elegante felino de pelaje negro azulado.

Sin embargo, su naturaleza sobrenatural se ve claramente en sus seis patas y dos tentáculos que surgen de sus hombros, cuyos extremos acolchados están cubiertos de protuberancias puntiagudas. Sus ojos brillan con una espantosa malevolencia que persiste incluso tras morir