Los mimetos son depredadores capaces de asumir la forma de objetos inanimados para atraer a sus presas a su perdición. En las mazmorras, estas astutas criaturas suelen copiar la apariencia de puertas y cofres, pues han aprendido que estos aspectos son especialmente efectivos a la hora de captar la atención de potencia les víctimas.
Los mimetos pueden alterar su exterior para que se parezca a la madera, la piedra u otros materiales básicos, y han evolucionado para asumir el aspecto de objetos con los que es probable que otras criaturas entren en contacto. Un mimeto que está copiando otra forma es prácticamente indistinguible del objeto real. Solo se muestra cuando una presa se acerca a su alcance, momento en el que unos seudópodos surgen del monstruo y atacan.
Cuando cambia de forma, excreta un adhesivo que le ayuda a atrapar a su presa y las armas que entran en contacto con él. Este adhesivo es reabsorbido cuando vuelve a su aspecto amorfo, y tampoco aparece en aquellas partes de su cuerpo que usa para desplazarse.
Los mimetos viven y consiguen a sus presas en solitario, aunque a veces comparten sus territorios de caza con otras criaturas. A pesar de que la mayoría solo poseen una inteligencia primitiva, unos pocos son capaces de desarrollar cierta astucia y la capacidad para conversar sobre temas simples en común o infracomún. Estos mimetos podrían permitir a alguien atravesar sus dominios o proporcionar información útil a cambio de comida.