Las garras reptantes son manos cercenadas de asesinos animadas mediante magia oscura para que puedan seguir matando. Muchos magos y brujos oscuros utilizan garras reptantes para que les ayuden en sus tareas.

A través de oscuros rituales nigrománticos, la fuerza vital de un asesino se vincula a su mano cercenada, maldiciéndola y animándola. Este ritual fallará si el espíritu del asesino ya se manifiesta en forma de muerto viviente, si se le ha alzado de entre los muertos o si el alma partió hace mucho hacia otro plano.

Este ritual funcionará mejor con la mano de un asesino al que se le haya cortado dicha parte del cuerpo recientemente. Con tal fin, los nigromantes y sus sirvientes frecuentan las ejecuciones públicas para apoderarse de las manos adecuadas o negocian con asesinos y torturadores.

A una garra reptante no le afectan los conjuros que comandan o influencian a los muertos vivientes. Estos monstruos infames están totalmente sometidos a la voluntad de su creador, que puede concentrarse en una garra que esté a la vista y dirigir todas y cada una de sus acciones. Si el creador de la garra reptante no da ninguna orden nueva, esta continuará cumpliendo con las instrucciones previas lo mejor que pueda.