Los cornugons, o diablos astados, son perezosos hasta límites insospechados y se muestran reacios a exponerse a situaciones peligrosas. Además, odian y temen a cualquier criatura más fuerte que ellos. Pero cuando se los provoca pueden demostrar una furia terrible.
Los cornugons son tan altos como un ogro y están protegidos por escamas tan resistentes como el hierro. Siguen las órdenes al pie de la letra y conforman la infantería voladora de las legiones infernales. Sus enormes alas y cuernos les otorgan una presencia intimidante, capaz de aterrorizar a los que les ven descender del cielo armados con sus letales horcas y afiladas colas.