A menudo temidos o malentendidos, e impulsados por un impulso interminable para destruir a los malvados, los hematurgos son guerreros inteligentes y arcanos que han vinculado su esencia a las criaturas oscuras que cazan para acechar y sobrevivir mejor a sus presas. Armados con los ritos de la magia de sangre prohibida y la voluntad de sacrificar su propia vitalidad y humanidad por la causa, protegen los reinos de las sombras, siempre vigilantes para evitar convertirse en los mismos monstruos que eligen cazar.
Si bien la mayoría de las escuelas clásicas de estudio mágico son bien conocidas y ampliamente respetadas, los encantamientos menos refinados y macabros de la hemomancia han estado prohibidos y perdidos durante mucho tiempo para la mayoría del mundo civilizado. Los hematurgos han reclamado estas técnicas lejos de los ojos juzgadores de la sociedad, encontrando que la naturaleza esotérica de la magia de sangre es efectiva contra los males que a menudo desafían los poderes divinos que históricamente mantienen la línea.
A través de un estudio y práctica cuidadosos, los hematurgos han perfeccionado los ritos del hemomancia en su destreza de combate, perdiendo una faceta de su salud para infundir sus armas con poderosa magia de sangre y convocando a los elementos para envolver sus ataques. Pueden incrustar una marca arcana en el cuerpo de su cantera que obstaculiza las habilidades de sus enemigos y castiga su agresión, o invocar maldiciones de sangre sobre sus enemigos, manipulando sus cuerpos desde el interior. Dispuestos a sufrir lo que sea necesario para lograr la victoria, estos guerreros expertos se han forjado en una potente fuerza contra los terrores que amenazan a los inocentes.