La vida de Mai fue trágica desde un inicio, huérfana desde que tiene memoria, vivió y creció en las calles de Ciudad Alma, donde aprendió a robar y a sobrevivir. La Brujocracia del lugar la motivó a intentar aprender artes arcanas, pero fue inútil debido a su nulo talento. Con los años, en su adolescencia, vendió su alma en un mal trabajo que la llevó a intentar robar dentro del Candelabro de Almas. Donde, en el sótano, encontraría una extraña hombreara que le ofrecería un trato para recuperar su alma. Lo demás, es oscuridad, al tiempo recobró el sentido, más mayor, adulta aparentemente, con una piel pálida y un pelo semejante, Mai parecía estar muerta, tiempo después descubriría, que recuperó su alma gracias a quien sería su Fab'huritu, Dan kasuwan rai – Comerciante de almas, habiéndose creado enemigos desconocidos y sin saber qué la había matado o cómo, Mai salió de viaje y acabó conociendo a Kananan cuando aún era un buscador.
De esta manera entró cómo guardiana a la Orden de los Fab'Huritus, más tarde, por su influencia en Ciudad Alma, sería ascendida a Lógica.
Durante los sucesos de las Ruinas de las Moiras, el destino reveló cómo Mai creó rutas de escape para muchos, en cuanto a su paradero y estado, son sin duda, inciertos.