1. Journals

Entrada 11

Diario de Mordru

Y por la mañana al despertarnos los arboles parecen normales, esto es cosa de magia.. y de la rara.

 

Terito encuentra en unas runas en los arboles como las del camino reventado de lo que parecen un ritual. Quizás Helman Ghorst, el viejo de Lanzarrota interesado en El Corazón de Duren pueda interpretar las runas  porque esto queda fuera del alcance de nuestras entendederas.

 

El Ermitaño vuelve a seguir el rastro untado en mi ungüento olisqueador. Se desvían las huellas, unas de unos dos tipos giran a la derecha y otras con el grueso de gente siguen adelante.  Han arrastrado cosas pero no hay forcejeo, ni manchas de sangre ni huellas de carro. Como valientes que somos seguimos las huellas de los dos solitarios que llegan a la linde del río y luego siguen al norte.

 

Los animales están cansados así que decidimos dividirnos. El Ermitaño y yo seguimos forzando la marcha siguiendo las huellas y Drenis, Valkar y Terito encuentran un refugio para descansar.

 

Seguimos el elfo y yo adelante y subimos por la falda de la montaña donde el río baja con fuerza. Llegamos al nacimiento del río y los rastros se adentran en la cueva y se meten por unos túneles. Lo seguimos y  a mano derecha hay unas escaleras que bajan adentrándose en la tierra.

 

Este sitio lo conoce El Ermitaño, es Mirador de Duren.

 

Se ven runas enanas y una puerta derruida. Le digo al Elfo  que volvamos  pero al girar  escuchamos un grito desgarrador. El elfo dice que antes de conocerme el grupo se encontró por aquí con un Ochuzo y que ahí puede estar la madriguera, así que volvemos al campamento mientras los compañeros están de parranda y achispados, lo normal, vaya. Terito dice que los ochuzos pueden ser domesticados si se les coge de pequeños.

 

Decidimos que mañana vamos hacia el Ochuzo pero por la noche han debido hurgar nuestras cosas pero parece que no falta nada. Yo creo que Drenis se ha vuelto a dormir, pero bueno, ya le dare unas hierbas que le mantengan despierto.

 

Llegamos al Mirador de Duren y bajamos por las escaleras. Hay muy mal olor. Donde antes había unos cadáveres de rata ahora hay huesos y restos de sangre y  al norte esta una sala  con un extraño altar donde esta el observatorio. Valkar entra en puerta de la derecha, ve el ochuzo y vuelve a cerrar para ponerse a untar de venenos sus armas.

 

Nos preparamos, Drenis carga su pistola y yo apuntalo mi pica mientras el ochuzo se engorila y golpea la puerta de madera.  Terito nota que esta bestia esta asustada, normal con la que estamos preparando y eso sin las piedras pum. El Ermitaño dispara la flecha ralentizadora y falla. Valkar le clava la lanza envenenada por una rendija y  el ochuzo rompe la puerta y consigue lanzar un garrazo a Valkar. Drenis le pega un disparo certero al ochuzo  y echa a huir y Valkar le pega un lanzazo segun corre.

 

Yo me olvido de mis promesas a mi mismo de ser más cauto y me lanzo en plan suicida con la lanza. El Ermitaño le lanza otra flecha y acaba con el Ochuzo

Parece que el bicho este protegía un huevo enorme. Nos quedamos decidiendo si hacemos tortilla ahora o lechazo cuando crezca un poco.

 

Valkar se sienta en el trono y mira con el aparato ese para enfocar.  Comprueba  que está averiado y que se puede arreglar pero desde fuera del mirador ya va haciendo fresco.

Terito ve que de un ojo del ochuzo muerto sale una gota azul, como una lagrima y reacciona al sonido. Lo pone en la cascara de huevo y se calma la vibración. Me lo pasa en un vial para que lo estudie.

 

Veo que con el cuerno del ochuzo se puede hacer un arma de puño y El Ermitaño se pone a trocear el cadáver de osobicho dandonos raciones para un par de días.

 

En la herencia del ochuzo para su huevo encontramos unas joyas y un collar de cuentas hechas de huesos, grabadas. Veo que es mágico, de unas 500 monedas de oro de valor.

 

Encontramos también los restos de los dos bandidos: una  cabeza y pocos trozos para unir. Terito usa sus hechizos para hablar con la cabeza del muerto. Dice que se llama Tadeo y luego exclama: Maik Maik... ¿donde estamos?". Nos dice también que el niñato (el joven Grant, el aprendiz del alquimista)  trajo el barril de pólvora y por eso se convirtió en líder de los bandidos y que la Fuerte de los Forajidos está en el cauce este del río al norte, donde la cascada.

 

Tras este momento de charleta con los muertos, coge Terito el huevo del Ochuzo determinado a ser madre y se lo acomoda en su camisa y salimos en dirección a su polla en los pantanos.

 

Sí, amigos, no tengo talento para la rima pero pagaré a un bardo para que haga una canción sobre esta épica.