Un colector de lluvia es un sencillo artilugio que consiste en una lona de cuero de pies cuadrados y un bastidor de madera con patas. Cuando la lona se extiende sobre el bastidor, forma un depósito que puede recoger 8 litros de agua potable por pulgada de precipitación, con una capacidad máxima de 32 litros. La lona y el bastidor pueden plegarse para facilitar su transporte.