Delgado y huraño, un tío molesto en el trato social, habitual a los lingotazos no rechaza uno. Tiene su pequeño taller en un antiguo bar y tapas bastante pequeñito. O al menos lo parece debido a la gran cantidad de chatarra inútil que se amontona por todos lados, la cual usa para sus ingenios. Chatarra que ha ido recogiendo del Arka y los alrededores sin adentrarse en la zona.