Daimyo: Akodo Kohaku
La provincia Shimizu es la más meridional de todas las provincias de Akodo, una región abierta compuesta principalmente de tierras de labranza, con el habitual despliegue de puestos avanzados y estaciones de paso que salpican el territorio. Sin embargo, para el ojo experto, estas estructuras militares no están destinadas a defender la provincia, sino a mantener alejados a todos los intrusos. La provincia Shimizu tiene un pasado oscuro y escabroso, del que no se habla en círculos educados. La provincia recibe su nombre en el año 743, cuando un León llamado Akodo Shimizu salva al Emperador de un maho-tsukai. Shimizu recibe como recompensa una familia vasalla, y los Akodo le nombran gobernante de esta provincia; construye un castillo llamado Shiro Shimizu como sede de su poder.
Desgraciadamente, varias generaciones después, la propia familia Shimizu sucumbe al atractivo del maho cuando es dirigida por un daimyo codicioso y vanidoso llamado Tamayu. Éste codicia las preciadas posesiones de sus vecinos y lanza una campaña militar de conquista que acaba en derrota. Reacio a afrontar las consecuencias del fracaso, Tamayu abraza en secreto el maho e invoca a un oni para obtener el poder de derrotar a sus vecinos, obteniendo numerosas victorias. Finalmente, el tataranieto de Tamayu, Ohoshi, un honorable adolescente, se entera del oscuro secreto de la familia. Recorre 80 kilómetros para informar de la verdad a los señores Akodo y regresa años después, ahora haciéndose llamar Akodo Giri, al frente de un ejército. Ningún miembro de los Shimizu escapa a su furia y, una vez muerto el último de ellos, él mismo comete seppuku, poniendo fin a la estirpe.
La entrada a las ruinas de Shiro Shimizu está prohibida a los forasteros, y los únicos visitantes permitidos son los Cazadores de Brujos Kuni, los Inquisidores Asako y los Magistrados de Jade.