El Clan del Zorro se considera generalmente el primer Clan Menor fundado oficialmente en Rokugán, originado por un conflicto entre el Clan del León y los pequeños restos del Clan Ki-Rin que quedaron en Rokugán después de que la Kami Shinjo se marchara a explorar más allá de las fronteras del Imperio. Cuando el León expulsó a estos Ki-Rin de sus tierras, viajaron hacia el sur, a las tierras boscosas cercanas a las Montañas del Espinazo del Mundo. Sin embargo, el León siguió presionándolos hasta que el Emperador les concedió el estatus de Clan Menor y decretó que ningún Gran Clan podía hacer la guerra a un Clan Menor sin permiso Imperial. A los Ki-Rin se les concedieron las tierras del bosque Kitsune Mori y sus alrededores, y pronto adoptaron un nuevo nombre tomado de ese bosque: la familia Kitsune del Clan del Zorro.
Las tierras Kitsune comprenden una sola provincia, la de Kakusu, y la mayor parte de ellas están cubiertas por la oscura extensión del Kitsune Mori. Se trata de un bosque antiguo y misterioso, del que se dice que está embrujado por espíritus tanto de Chikushudo, el Reino de los Animales, como de Sakkaku, el Reino de la Malicia. Para poder vivir en este lugar, los samurái Kitsune se veían obligados a cazar en el bosque -una práctica vergonzosa para la mayoría de los samurái rokuganeses, que consideran desagradable comer carne roja- y a recolectar tanto alimentos como medicinas bajo su sombrío dosel. A lo largo de los siglos, los Kitsune se han alejado de sus raíces del Ki-Rin, desarrollando un carácter propio y único. En particular, aprendieron a vivir en armonía con el bosque, formando lazos espirituales e incluso familiares con las criaturas que vivían allí, sobre todo con los espíritus del zorro kitsune que les enseñaron los bosques.
En los tiempos modernos, los Kitsune han cultivado más tierras alrededor del bosque, lo que les ha permitido reducir -aunque no eliminar- su dependencia de su generosidad. A diferencia de los Tsuruchi y los Moshi, los Kitsune no se unieron voluntariamente al Clan Mantis, sino que se vieron obligados a hacerlo por motivos de autoconservación cuando su clan se vio amenazado por las fuerzas del Dragón de las Sombras.