No se escuchan rumores en esta aventura.
Mes de Doji, 1137 (Verano)
Tras la muerte de Toturi Kaede en el Campeonato de Topacio (1137), Toturi I ha hecho uso de su autoridad divina como Emperador para declarar a Kaede una nueva Fortuna: concretamente, la Fortuna del Noble Sacrificio, en reconocimiento a todo lo que hizo y renunció por el bien del Imperio durante su vida. En los rincones oscuros de ciertas casas de sake y en los salones privados de cortes ambiciosas, han empezado a correr rumores de que Toturi ha perdido la capacidad de declarar Fortunas, ya que ha perdido Mandato Celestial siendo la muerte de Kaede una señal del desfavor del Cielo), pero los partidarios de Toturi ya han comenzado la construcción de santuarios a la nueva Fortuna por todo Rokugán.
Uno de estos nuevos santuarios se encuentra en Shidareyanagi Mura, y los Héroes de Rokugán han sido enviados por sus daimyo para ayudar en su construcción. De acuerdo con el ámbito de la nueva Fortuna, los samuráis encargados de ayudar en la construcción de estos santuarios han recibido instrucciones de Toturi I de hacerlo personalmente, aportando su propio esfuerzo en lugar de simplemente ordenar a los campesinos que hagan el trabajo por ellos. Esta instrucción ha producido controversia, ya que muchos samurái sienten que el trabajo manual está por debajo de ellos, y de hecho participar en la construcción puede producir una ligera pérdida de Gloria para los samurái que la lleven a cabo (incluso aunque ganen Honor por cumplir con su deber sin quejarse). No obstante, se espera que los Héroes de Rokugán "se ensucien las manos" en aras del deber y la piedad, y soporten cualquier chisme como verdaderos samuráis.
Por desgracia, algo más que desagradables susurros se interpone en el camino del éxito de los Héroes. La muerte de Kaede fue inesperada para casi todo el mundo, incluidos los propios Cielos Celestiales, y el asesinato de un Oráculo no es algo que pase sin consecuencias. La alteración del destino de Rokugán ha exacerbado un fenómeno que ya había comenzado con el regreso de los espíritus a través de La Puerta del Olvido hace cuatro años: la creación de un nuevo Reino Espiritual, Kousoku no Chigiri, el Reino del Destino Frustrado. (En el verdadero canon rokuganés, los esfuerzos de los espíritus de varios Reinos convertirían este nuevo Reino en un lugar de posible redención, el Reino de los Héroes Perdidos, también llamado Maigo no Musha; sin embargo, la muerte de Kaede ha cambiado todo eso, y el nuevo Reino está tomando forma sin espíritus heroicos ni ejércitos Manchados que lo guíen). Uno de los primeros espíritus atrapados en el nuevo Reino ha encontrado la forma de poseer a una ishiken que ayuda a los Héroes en la construcción del nuevo santuario; los Héroes necesitarán su ayuda para completar su tarea, pero para ello tendrán que poner en paz al inquieto espíritu. Por último, las fuerzas de una variedad más mundana son también amenazan la construcción del nuevo santuario, a través de las acciones de bandidos atacantes. Sin embargo, estos atacantes no han elegido su objetivo al azar, y hay mucho más que simple codicia detrás de su inesperado asalto. Los Héroes de Rokugán deberán superar todos estos desafíos para completar el santuario y cumplir con su deber.