El filo de esta espada se crea una vez el portador la empuña y se alimenta de la Niebla Negra que encuentra a su paso. Ganas un bonificador +1 a las tiradas de ataque y daño que se realicen con este arma.
Cuando impactas contra cualquier humanoide, este recibe 3d6 puntos de golpe de daño adicional.
Maldición: Este arma está maldita, y su portador no se separará de ella bajo su propia voluntad, siempre teniéndola al alcance. Separarse de ella provoca que todas las tiradas de ataque que realice el portador sean con desventaja.
Además, cada amanecer que el portador se encuentre separado de la espada de Ledros, deberá realizar una tirada de salvación de Constitución a CD 17. Si falla, sus puntos de golpe máximos se reducirán en 1d10 y sólo pueden recuperarse si se rompe la maldición a través de la magia.
El portador dejará ser considerado como tal si es derrotado en combate por otro, el cual será considerado el nuevo dueño del arma.