Población:
68.482.
(47% semielfos, 23% humanos, 21% elfos, 9% resto).
Gobierno:
Gobernador,
Enuren de Castro.
Defensa: 5.976 soldados, 422 milicianos.
Comercio:
Cuatro comercios, La Forja Brava de Alonso Pinto, La Puerta de Ébano
de Kethra Fillado, Almacén Arcano de Heldalel de Tejeda, Los
Artefactos Dormidos de Shalana Sañudo; dos tabernas, Conejo Blanco
de Raimundo Barroso, El Mesón Silbante de Sarvin; dos posadas,
Blanca Arena de Erdan Cardero, Albergue Rutilante de Artigol Lydril.
Organizaciones: Un
Gran Templo de los Hijos de Ayndhil dirigido por la suma
sacerdotisa Roswyn.
La antigua ciudad de Fornoble se fundó en el 1713 EC como Zalithar, por los elfos del imperio de Corell que aunarían fuerzas con algunas familias que emigraron de Cydonia por el 53 EE. Tras los eventos del Cataclismo planar fue cuando se desligaron del imperio corellei e hicieron la revolución del pueblo castemarino, que adaptó todas las estructuras de la ciudad y ganó identidad propia para diferenciarse del legado élfico al que repudiaban, además de renombrar la ciudad como Fornoble.
Se levantaron grandes muros que convirtieron la ciudad en una de las más seguras del continente, y por ello pudieron repeler los ataques de los elfos corelleis que deseaban recuperarla y terminar con la revolución.
Desde entonces, los ciudadanos de Fornoble se convirtieron en gran medida en soldados al servicio de su nación, siendo muy importantes en la marina. Por ello, en la actualidad, los castemarinos tienden a instruirse para servir en los barcos y gran parte de ellos se gana la vida con la soldadesca. La ganadería, los cultivos y la pesca son otras de las profesiones que eligen sus habitantes para ayudar a su nación.