Símbolo: Árbol
con raíces dentro de un triángulo.
Alineamiento:
Neutral.
Dominios sugeridos:
Vida, Naturaleza, Tempestad, Sepultura.
Denominación de
seguidores: Shontoraya.
Shontor es el dios de la naturaleza y la vida.
Historia:
El dios Shontor nació del
deseo del ente Ayndhil, junto al resto de sus hermanos y hermanas,
y juntos decidieron buscar un hogar en el que asentarse. En su viaje
a través de las estrellas, hallaron el mundo al que nombrarían
Eektaia y echaron a los seres cósmicos que lo poblaban y
perjudicaban.
Tras expulsar a
estos seres, el dios Shontor aconsejado por Ennavar, creó
los
océanos, ríos,
montañas, valles, bosques y praderas, así como los desiertos, tanto
helados como cálidos, y todos
los diferentes parajes. Creó también el gran árbol Animacore
para reunir a las almas que vagaban por el mundo y que así no se
perdieran. Pero la creación del mundo requería de mucha energía, y
los dioses tardarían demasiado en darle forma, así que junto a
algunos de sus hermanos y hermanas, el dios Shontor creó a los
gólems para que les sirvieran y ayudaran en su cometido.
Con el anuncio del idilio
entre Ulthos e Innathar, el dios de la creación se vio inspirado y
creó a las bestias y las adaptó a los parajes en los que
residirían. Mientras llevaba a cabo esta tarea, su hermana Kuvara le
pidió una especie con la que poder interactuar y tras algún tiempo
de trabajo, le entregó la primera pareja de elfos, Celedor y Avala.
Su hermana Ennavar también le pidió una especie que le facilitara
el trabajo en las montañas y terrenos escarpados, así que Shontor
creó a la primera pareja de enanos, Ararim y Ovkara y se los
entregó.
Tras el nacimiento de sus sobrinas, Shontor con regocijo creó a la primera pareja de humanos, Kástor y Minerva, y se los entregó a Innathar y Ulthos como presente.
Pasaron varios años en
los que estas especies comenzaron a tener su propia descendencia, y
con el tiempo empezaron a formar pequeñas civilizaciones. Por ello,
los dioses comenzaron a enseñarles en diferentes ámbitos para que
se desarrollaran en paz y pudiesen convivir. Mientras tanto, Shontor
siguió creando diferentes criaturas para poblar el mundo, entre las
cuales la más destacada fueron los dragones, que poseían un poder e
inteligencia superior, pero que desarrollaron una gran personalidad y
comenzaron a ser reacios a seguir las instrucciones de los dioses.
En este tiempo, su hermano
Xanth, se dirigió a él para pedirle la fórmula de la creación y
así aliviar su carga de trabajo. Shontor sin ningún problema se la
entregó y Xanth creó con su magia a las razas híbridas.
Un día, Ulthos presentó
a un ser que no habían visto con anterioridad a sus hermanos y
hermanas, alegando que dicho ser trató de matar a su hijo Orander
mientras dormía. Su extraña piel rojiza, alas y facciones
puntiagudas llamó la atención de Shontor, que pidió permiso a su
hermano para emplear la sangre de ese ser para crear una nueva
especie, lo que dio como resultado a los tieflings que introdujeron
en las civilizaciones.
Centurias pasaron, hasta
que un acontecimiento cambió la percepción de los dioses y diosas
sobre las creaciones, orquestado por el dios Felthor. Explicó que en
sus viajes había visto como las creaciones se volvían contra sus
dioses y los repudiaban, e incluso había visto como llegaban a
acabar con ellos. Por indecisión y confianza en su hermano, los
dioses y diosas llegaron a la conclusión de que debían estar aún
más por encima de las creaciones, así que decidieron que Shontor
debía arrebatarlas la inmortalidad. El dios estuvo de acuerdo, pero
propuso que las almas se reencarnasen para tener una nueva
oportunidad de servirles, así que decidieron crear un lugar en el
que aguardarían las almas, creando el plano superior ayndhiltium,
donde irían los que siguiesen los preceptos de los dioses y el plano
inferior quebrantorium, donde irían los que desobedeciesen. Tras
estar de acuerdo, Shontor creó los canales para que el gran árbol
animacore guiase a las almas a su correspondiente lugar de descanso.
Varios años después,
algunas criaturas comenzaron a mutar en monstruosidades que sembraban
el caos allá donde iban. Su hermana Rakath fue quién tomó la
iniciativa de detener a estos seres, y le pidió a Shontor una raza
capaz de resistir en las zonas gélidas y que no tuviesen miedo a los
monstruos más grandes, así el dios de la creación diseñó a los
orcos y se los entregó a su hermana para que cumpliese su cometido.
Tiempo después, por su
buena actuación en el control de la situación, creó a los
dracónidos y se los otorgó a Rakath para que la sirvieran. También
creó a los medianos, a los que les encomendó la supervisión de los
ríos, y se los entregó a su sobrina Briganth, que había sido de
ayuda en el control de los ecosistemas.
El dios Shontor decidió
residir junto al resto de dioses en el ayndhiltium tras el periodo
posterior al juicio de Waldaia, y desde allí sigue trabajando para
eektaia y sus fieles.
Vínculos:
Originado a partir de
Ayndhil al igual que sus hermanos los dioses Felthor, Kyresh,
Ulthos y Xanth, y sus hermanas las diosas Ennavar, Innathar, Kuvara y
Rakath, tío del dios Orander, y de las diosas Briganth y Waldaia, de
la semidiosa Alea, y del semidiós Kylik.
Vinculado a la creación de las especies, la forja del mundo y de las almas.
Doctrina:
Respeta el orden natural
de la vida y serás respetado en la naturaleza. Deja fluir tus
emociones como si de un río se tratara, pues son parte natural de tu
pensamiento. Moldear el paisaje es solo necesario en ocasiones, no
destruyas por destruir, ni busques una razón para hacerlo. Todas las
criaturas de eektaia tienen el mismo valor, no te dejes influir en lo
contrario. Sé el guía que encauza la vida y sé el guía que
encauza el alma en la muerte.
Rituales:
Los clérigos y sacerdotes
shontoraya sienten afinidad por lo natural, por ello, cuando realizan
su plegarias en honor a su dios, se sientan en zonas de hierba o
tierra y encienden incienso, mientras oran. Si no pudieran, suelen
llevar un saco con arena o flores, que sostendrían durante el
ritual.
Cuando realizan alguna acción favorable al ciclo natural, durante la noche, encienden velas y le cuentan a su dios sobre sus acciones.
Para los shontoraya la
comunión de las almas es su festividad predilecta, donde se
esfuerzan por ayudar a los demás a que tengan todos los preparativos
listos y puedan ser visitados por sus espíritus. Además se encargan
de mantener las calles vacías durante esa noche.