Símbolo: Ojo
partido.
Alineamiento:
Caótico maligno.
Dominios sugeridos:
Muerte, Sepultura.
Denominación de
seguidores: Waldaiaya.
Waldaia es la diosa de la locura, la traición y la muerte.
Historia:
La diosa Waldaia nació
fruto del amor entre el dios Ulthos y la diosa Innathar, y fue
presentada ante sus familiares con orgullo en un banquete en honor a
su nacimiento. Durante dicha celebración recibió diversos regalos
junto a su hermana gemela Briganth, pero hubo uno de los regalos que
la marcó de por vida, la rosa espinada con la que se pinchó las
manos y que le entregó su tío, el dios Felthor.
Pasaron largos años en
los que la diosa Waldaia observaba a su familia moldear el mundo y
las especies, y trataba de comprender el porqué de aquella creación
a medida que iba madurando. Cada vez que se encontraba con su tío
Felthor sentía un pinchazo en la mano con la que agarró aquella
rosa, por lo que se dedicó a evitarlo, y prefería pasar tiempo en
la gran biblioteca de su tío Xanth leyendo y aprendiendo sobre el
mundo que construían.
Mientras paseaba por la gran biblioteca, le comenzó a doler la mano y supo que su tío Felthor se encontraba allí. Lo buscó para ver que tramaba y en silencio observó como robaba a Xanth planos, fórmulas y estudios varios. Waldaia no podía permitirlo, pero no se veía con la fuerza como para hacerle frente, así que decidió ira apremiante a avisar a su padre. Cuando llegó a sus aposentos, encontró a su tía Rakath yaciendo con su padre y con rabia se abalanzó sobre su tía para apartarla de Ulthos. Luego corrió todo lo rápido que pudo a avisar de su traición a su madre, y cuando volvió con ella a los aposentos, observó la discusión que mantuvo con Rakath y Ulthos. Innathar dolida eligió alejarse de sus hermanos y se llevó a Waldaia a vivir lejos de ellos.
Con el paso de los años Waldaia se encerró en sí misma y no podía creer la traición que había cometido su tía a su madre, y poco a poco la odió de corazón por separar a su familia. No quiso colaborar con la creación y se volvió ociosa y huraña.
De pronto un día volvió a sentir el pinchazo en su mano, así que supo de nuevo que Felthor debía andar cerca y se propuso a encontrarlo. Vio como su tío se llevaba a la humana Brina, que su madre consideraba casi una hija, pero no le importó pues no era de su agrado. Algún tiempo después Felthor regresó y avisó a su madre que Rakath había encarcelado a Brina, y cuando Innathar fue a pedir explicaciones Waldaia decidió acompañarla.
Tras la exposición del plan de Felthor para que los dioses y diosas comprendieran que las creaciones no deberían poseer inmortalidad, y tras el juicio que presidió su padre Ulthos contra Brina, la diosa Waldaia se prestó voluntaria para ejecutar la sentencia. Así, prendió la pira en la que ardió Brina y mandó su alma al quebrantorium.
En los años siguientes Waldaia volvió a su hogar y permaneció allí sin perder de vista las acciones de sus familiares, pero sin intención de ayudarlos en nada. Hasta que fue invitada al banquete de celebración de la victoria de su tía Rakath y su medio hermano Orander, y decidió acudir para resolver su disputa con su tía.
Durante el banquete se limitó a observar a sus familiares y a evaluar sus comportamientos. Cada vez se sintió más angustiada al ver que a nadie le parecía importar el daño que causó su tía a la familia, y cuando brindaron en su honor la diosa Waldaia perdió los estribos de la situación. Se apresuró con sigilo a su tía y le arrebató una daga que llevaba en el cinturón para apuñalarla en repetidas ocasiones. Mientras acometía su ataque, Waldaia no podía sentir otra cosa que satisfacción al fin y se sintió aliviada cuando su tía cayó al suelo ensangrentada. Luego acabó con la vida de algunos guardias celestiales que trataron de apresarla, pero su sonrisa se borró cuando su tía se levantó de nuevo y le arrancó un ojo como venganza. Los otros dioses y diosas reaccionaron para separarlas y apresaron a Waldaia para encarcelarla hasta decidir que hacer con ella.
Su juicio fue presidido por Ulthos, que la condenó a residir en el quebrantorium para espiar su locura y ayudar a las almas quebradas cuando recuperase su cordura, so pena de muerte. Así la enviaron a aquel plano alejado de ellos.
Los dioses no sabían que en el quebrantorium Waldaia no iba a estar sola, pues desconocían que Brina había hecho un pacto con el diablo Kavaraxxas y desde que murió gobernaba aquel plano. La diosa resolvió con Brina sus diferencias y acordaron ayudarse de forma mutua para vengarse de los dioses que las repudiaron. Así Waldaia ascendió a Brina otorgándola poder, y esta se convirtió en su aliada y su forma de interceder en eektaia.
Vínculos:
Hija del dios Ulthos y la
diosa Innathar, hermana de la diosa Briganth y el dios Orander,
hijastra y sobrina de la diosa Rakath, sobrina de las diosas Ennavar
y Kuvara, y los dioses Kyresh, Felthor, Xanth y Shontor, y prima de
las semidiosa Alea y el semidiós Kylik.
Fue la verduga de Brina y quién le otorgó la ascensión.
Doctrina:
Sigue tus pasiones, no
importa si están bien o mal, haz lo que te plazca. No sigas códigos,
normas, leyes, mandatos u órdenes, eso no importa. No reces ni
implores, hazte cargo de tus actos si debes y si no ignóralos. Cada
segundo puede ser el último en tu vida, no pierdas ninguna
oportunidad. Confiar en los demás es sinónimo de debilidad, hazte
valer y no dependas de nadie. Si quieres algo lo agarras y si ya no
lo quieres te deshaces de ello, no mires atrás.
Rituales:
Los sacerdotes y clérigos
waldaiaya tiñen sus armaduras y ropas con la sangre de sus enemigos
tras acabar con ellos y las lavan cuando sienten que pueden perdonar
a sus víctimas.
También agradecen con
palabras a su diosa cuando cometen algún asesinato con éxito y se
fustigan cuando se sienten con excesiva felicidad, para recordar el
desazón de su diosa.