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  1. Notes

Oscuridad bajo la montaña

En los tiempos de los dioses y la creación, un héroe nació bajo la montaña. Un humilde herrero que deseaba de todo corazón que sus creaciones fueran útiles en los tiempos oscuros que le tocó vivir. Su nombre fue Vikram y gracias a su habilidad manipulando los metales consiguió crear su obra maestra, una alabarda nombrada como Koril-azor, la hoja oscura.

Los seres que moraban en las profundidades de la montaña cada día presionaban en los túneles para salir al exterior, poniendo en peligro las vidas de los khirian, lo que hizo que se doblaran los esfuerzos para mantenerlos a raya. El rey ordenaba cada novena a reponer las bajas que sufrían en el frente, resistiendo a estas aberraciones, pero las bajas eran superiores cada vez y desesperaban a las gentes de Khorzanor. El culto ennavaraya trató de calmar a la población, pero sus templos se llenaban de desesperación y tristeza.

Vikram no pudo soportar la situación y se propuso voluntario para servir en el frente. Viajó acompañado de su alabarda por los túneles, descendiendo varios niveles del subsuelo, hasta llegar al campamento principal del frente. Allí no pasó mucho tiempo, pues los ataques de las aberraciones eran constantes y pronto tuvo que acudir a la batalla en el frente.

El olor a sangre y tierra era lo habitual debido a la cantidad de cadáveres que había en el campo de batalla, que al menos era una relación de 8 a 1 con respecto a las aberraciones. Mientras formaba junto a otros soldados, Koril-azor comenzó a brillar de forma tenue, en tonos rojizos, alrededor de la hoja de acero negro. Las aberraciones se acercaban de nuevo, Vikram lo sabía gracias a su alabarda, y alertó a los compañeros de armas que tenía alrededor. Rápido se juntaron y los seres comenzaron a aparecer.

Todo se volvió caos en un momento, gritos de compañeros y quejidos de las criaturas ensordecían el ambiente. Vikram comenzó a blandir su arma con decisión, pero con sorpresa al ver semejantes monstruos frente a él. Parte del miedo que se apoderaba de él en aquella situación se disipó cuando le profirió un corte letal en el torso a una de las aberraciones. El quejido que profirió el monstruo al sentir la hoja de Koril-azor resonó por encima de los demás, y provocó que los soldados khirian que había alrededor ganaran confianza en la batalla.

Pasaron los minutos durante la batalla, no se sabe cuántos, pero lo que sí se sabe es que a pesar de las víctimas de aquel conflicto, los enanos khirian habían conseguido hacer retroceder a las aberraciones por primera vez en mucho tiempo. Y no sería la última vez, pues a raíz de esa victoria le siguieron otras muchas más con Vikram como líder.