- El templo de Prios en Fuerte Espina
Cerca del parque de los Ancianos se encuentra el templo solar de la ciudad con su brillante cúpula de cobre en el tejado. Su primer teúrgo es Elfeno, un sacerdote mago con la reputación de ser uno de los sirvientes más poderosos del dios Sol, a pesar de su relativa juventud. Cuando el líder del templo decide encargarse de la misa del atardecer en lugar de los liturgistas que lo hacen normalmente, el público tiene la oportunidad de vivir una experiencia inolvidable.
Los que pueden comparar las dos situaciones afirman que ni siquiera el primer padre habla con tanta pasión de su amor por Prios y de la tarea que le ha asignado a la humanidad: cultivar la naturaleza con humildad y sin cansancio hasta liberarla de las fuerzas desenfrenadas del mal.
SERVICIOS DE LA IGLESIA
Todo el mundo puede ir al templo en busca de orientación espiritual y conseguir tratamientos para enfermedades y dolencias y, por supuesto, para que los sacerdotes dispersen la oscuridad que les nubla la mente.
También hay quienes acuden al templo tras verse expuestos a la corrupción de Davokar, aunque en esos casos los sacerdotes no pueden hacer mucho más que rezar para que Prios tengan piedad. De hecho, según los chismorreos, las personas tocadas por la corrupción deberían mantenerse bien lejos del templo, pues si la cosa se pone fea pueden acabar encerrados en las catacumbas que supuestamente hay bajo el templo y que albergan gente y criaturas corruptas.
Los representantes del templo no han admitido públicamente que esto sea cierto, pero no hacen falta más pruebas que los carruajes negros que conducen los sombríos Mantos Negros. Estos vehículos se detienen de forma repetida ante el templo, donde los cargan con ataúdes de piedra (en los que perfectamente caben humanos adultos) antes de salir de la ciudad por la Puerta Sur. No es disparatado pensar que se dirigen hacia el monasterio de los Hermanos del Crepúsculo, en los Titanes.