Kolveg, asignado al nacimiento simplemente el código KLV-11, emergió en las desoladas llanuras del planeta Husk como un Craver voraz y destructor más, leal a la Colmena y comprometido con la expansión a expensas de otros mundos. Durante una incursión en el planeta Fértilis, un paraíso agrícola, me encontré con una Reliquia Endless, una antigua armadura que emanaba poder y sabiduría. Al ponerme la armadura, experimenté una liberación mental, desconectándome de la Colmena y recibiendo mensajes confusos sobre Los Amos que no comprendía completamente.
Mi leve capacidad de consciencia me hizo ver cómo la colmena me había tratado poco más que como un arma y herramienta. Con la sangre en mis manos de aquellos que defendían el lugar donde encontré mi reliquia, decidí abandonar mi puesto y rechazar las órdenes de mi reina, ahora solo ecos en mi mente. Huí de la Colmena y busqué un nuevo objetivo, liberar a lo que como yo eran esclavos y subyugados. Mi primer intento falló de manera espectacular, cuando intenté liberar a un Unfallen del cual había oido en rumores que era prisionero de piratas. Mi primer encuentro con esta banda pirata fue desastroso y me llevó a descubrir una nueva sensación, ridículo, cuando me presentaron al supuesto prisionero, Lastfallen. No era más que otro miembro de la banda y libre de tomar sus propias decisiones. Él fue uno de los pocos que vio mis buenas pero torpes intenciones y me invitó a unirme a ellos.