Los Horatio son una especie de clones creados en tanques que tienen su origen en su eterno líder, Horatio, un excéntrico trilionario que consiguió encontrar y emplear la avanzada tecnología de los Endless Corpóreos. Mediante un proceso de clonación iterativo, Horatio llenó primero su mundo natal de Horatio Prime con innumerables clones de sí mismo. Con el tiempo, se dio cuenta de que un solo planeta era demasiado pequeño para su belleza perfecta, y así comenzó la gran peregrinación de los Horatio por toda la galaxia.
BÚSQUEDA DE LA PERFECCIÓN
Los Horatio están consagrados a una sola cosa: la perfección, por todos los medios necesarios. Esta obsesión proviene de mucho antes de que el Horatio original llegara a ser tan rico y poderoso como es hoy, cuando no era más que un brillante estudiante de bioingeniería. Sus compañeros lo despreciaban por sus ideas radicales, sus deformidades físicas y su naturaleza egoísta, lo que no hizo más que sumirlo en una espiral de odio hacia sí mismo y sacar a relucir sus tendencias megalómanas. Hoy, todos los Horatio recién nacidos llevan impresa parte de la personalidad y los objetivos del original.
BELLEZA ABSOLUTA
Los Horatio están obsesionados con la belleza. Muchos creen que el Horatio original era de ascendencia Imperial, un Mezari mutado dotado de un intelecto superior. Con el tiempo, Horatio llegó a ver su físico único como un signo de belleza de otro mundo y empezó a crear su imagen (y la de sus innumerables clones) con esto en mente. Las naves de Horatio son ejemplos elegantes, delicados y brillantes de esta obsesión, al igual que los edificios y la ropa de Horatio. Las espirales de filigrana dorada son habituales en los asentamientos de Horatio, y a los clones recién nacidos se les enseña a apreciar y buscar la belleza siempre que pueden. Esto, por supuesto, también significa que los Horatio ven todo lo que no es de Horatio como feo, sucio y poco sofisticado. En casos más extremos, digno de ser aniquilado, o incluso “Embellecido”.
UN ROMPECABEZAS GENÉTICO
Los Horatio comprenden que el proceso para alcanzar la perfección es largo y complejo. Demasiado listos para creer que nacieron con todo lo necesario para alcanzarla, los Horatio recurren a un controvertido procedimiento para seguir mejorándose a sí mismos: la mezcla de genes. No es raro que los planetas controlados por Horatio alberguen varios centros de mezcla, donde se reúnen individuos ancianos o moribundos de otras especies y son atendidos gratuitamente por un equipo de cuidadores y científicos de Horatio. El pago llega en el momento de su fallecimiento, cuando sus cuerpos son examinados en busca de material genético y sometidos a experimentos in vitro para aislar los rasgos deseables. Estos rasgos se incorporan al ADN de Horatio y se distribuyen en forma de infusiones de plásmidos a la población. En casos extremos, como en las guerras, los Horatio han llevado a cabo esta práctica con cautivos y prisioneros.