A su llegada a la galaxia, los Riftborn se asentaron en un mundo cubierto de nieve al que llamaron Vanguard. Como con el universo en el que se encuentran, sienten poco amor por el planeta, aunque en sus prístinos y blancos campos nevados encuentran un eco de su propio universo, Coroz. Menos un hogar y más un punto de apoyo para futuras exploraciones, los Riftborn habitan un pequeño rincón del mundo con orden y vigor.
La ciudad es pequeña y solo hay una gran urbe. Vanguard es un planeta poco habitado, aunque posee algunas de las instalaciones tecnológicas más avanzadas de la galaxia en cuanto a tecnologías temporales y dimensionales.