Quienes quieran explorar las salvajes extensiones del Imperio Mida y las Selvas Azules de Zefiria harían bien en contratar un guía. Y en Sokia se comenta que ningún guía es mejor que el pequeño Drokan, un anuro de vivos colores que lleva diez años organizando aventuras selváticas. Conoce multitud de refugios, fuentes de agua potable y poblaciones (hostiles o pacíficas). A Drokan no le mueve solo el oro, al que tampoco hace asco, sino su curiosidad. Su mayor esperanza es hacer un descubrimiento que le permita poner su nombre en los libros de historia.
