En los valles entre los ríos Balkar y Drahl se encuentra esta pequeña ciudad construida en una pequeña colina elevada. Al ser el mayor nexo de caminos de todo Khoumhazar, entre sus calles es posible encontrar soldados, viajeros y comerciantes de todas las esquinas de la región. En los valles que la rodean se pueden encontrar enormes campos de cebada, cuidados con dedicación por sus habitantes, para que los más habilidosos maestros cerveceros posean la materia prima con la que abastecer las otras ciudades y fortalezas. El comandante instructor al cargo, el paladín Skandor de Ankaraz, es conocido por su predilección por la diplomacia y la inteligencia militar, y ha dedicado los últimos años a organizar una red de información entre las diferentes fortalezas a través de conjuros y pequeños objetos maravillosos con la finalidad de conocer todo lo posible sobre los movimientos enemigos en el menor tiempo posible.
