Entre todos los soldados de Khoumhazar son famosos los feroces guardias de Isskara, un pequeño pueblo defendido por aguerridos devotos de la diosa Sokzhan. Tal es su veneración por la rabia y las masacres que sus instructores han adoptado a luchadores de otras razas que han demostrado estar a la altura con las armas. Entre estos destaca Dal-tro, un semiorco fugado de Mirianis que, tras ser aceptado en Isskara y servir como berserk, ha heredado el título de sargento instructor a la muerte de su antiguo mentor.