Las bodas mirienses son intensas, ya que suelen celebrarse muchas a la vez. Se organizan en los Grandes Templos y a ellas son invitadas cientos de personas, las cuales están obligados a llevar comida, un capón o su equivalente por individuo suele ser la medida, a cambio de recibir bebida, regalos y diversión. El ritual es sencillo. Los novios reciben a cada invitado junto al sacerdote que oficia el ritual, y cuando el último de ellos está acomodado las parejas se juran amor al oído. Luego empieza la fiesta, la cual puede llegar a durar varios días. Se cree que una boda es el mejor momento para hacer negocios, pactar alianzas políticas, presentar a los niños en sociedad o concertar otro matrimonio. Es visto con malos ojos el celebrar una boda con pocas parejas, no digamos ya una sola, así como no asistir a la celebración si no es por una buena razón.

Bodas
Ceremonia