Un pequeño monasterio situado en un valle escondido en medio del desierto, con poca importancia en las rutas de la región. El lugar se compone de un llano rodeado de colinas y paredes verticales que lo ocultan de manera natural de ojos indeseables. Tiene dos zonas principales: la más elevada, donde se encuentran el templo, el pueblo y la torre de Valeënta; y la zona baja, donde se halla la arboleda, el hogar del druida Damaclo, y el río subterráneo que emerge formando cascadas y que vuelve a esconderse bajo las colinas. Las casas están construidas en adobe y el diseño de sus calles es caótico, especialmente para la población fórmiga, que no consigue establecer su metodología de construcción entre el resto de habitantes.
