En medio de una sima circular creada por un antiguo meteorito caído, hay una enorme roca blanquecina y de forma rectangular con una abertura con aspecto de haber sido creada de forma artificial. La abertura da paso a una pequeña cueva donde hay un pequeño santuario a Ssuchuq. Dicen que el lugar se encuentra con frecuencia rodeado de huesos y sangre fresca y que se pueden escuchar alaridos, gruñidos y rugidos creados por una bestia enorme.
