Hace mucho tiempo, Maglubiyet, conquistador y luego patrón de los trasgos, negoció con Vecna, el Señor de Gehenna a cambio de ayuda. Vecna le proporcionó yugoloths, que murieron al servicio de Maglubiyet, pero cuando llegó el momento de cumplir su parte del acuerdo, Maglubiyet no lo hizo. Como venganza, Vecna creó los barghests, devoradores de almas para que engulleran las almas de los trasgos.
La misión de todo barghest, implantada en él por Vecna, es consumir almas. Las come devorando los cuerpos de sus víctimas, preferiblemente trasgos.
Un barghest ansía que llegue el día en el que pueda completar su misión, regresar a Gehenna y servir al Susurrado directamente en sus legiones de yugoloths, pero no mata trasgos indiscriminadamente. Al devorar las almas de los líderes trasgos y otros individuos poderosos de esas razas, un barghest obtiene un estatus elevado en la otra vida. Normalmente, los barghests mantienen en secreto su auténtica naturaleza y asaltan de vez en cuando a un goblin solitario si tienen ocasión, hasta que se hacen adultos y son capaces de buscar presas más poderosas.
Un barghest evita el contacto con grandes incendios. Cualquier fuego mayor que su cuerpo sirve de portal a Gehenna y lo destierra a ese plano, donde es probable que un yugoloth lo mate o lo esclavice por su fracaso.