Alecto es nativa de Puerta de Balduran y antiguamente una sectaria de los Tres Muertos. Se presentó voluntaria a los experimentos de Gideon claramente buscando poder para su propio beneficio. A pesar de esto, Gideon lo sabía y lo permitió, viendo algo en ella que prometía. Tras la transformación su respeto por sus compañeros sustituyó al odio que tenía acumulado por la ciudad y aunque sigue adorando a los Tres Muertos, ha usado sus poderes para proteger a la ciudad trabajando con el Puño Ardiente.
Como cualquiera de los miembros de la Orden de Hematurgos de Delfort, al caer Elturel a Averno Alecto fue en busca de ayuda para remediar la situación, o al menos eso parecía al principio. Debido a motivos desconocidos Alecto no volvió con una solución para la ciudad, no se sabe su paradero actualmente, pero no sería extraño que aun rondara el plano de los Nueve Infiernos.