El Orco es, a ojo de los reinos civilizados, el mayor enemigo de la sociedad. Esta raza sedienta de sangre y poder, y completamente libre de moral parece guiarse por dos instintos básicos, la supervivencia y la dominación.
En pequeños números, los Orcos son criaturas patosas y su sed de aniquilación les lleva a comportarse de manera predecible en combate. Sin embargo, en grupos grandes o acompañados de dos o tres Goblins, los Orcos aprenden a ser más cautivos y usar las tácticas más furtivas de sus primos pieles-verdes (siempre que, si todo falla, puedan lanzarse de cabeza a reventar cráneos).
Hay muchas clases de Orcos, más o menos civilizados. Grandes caudillos Orcos pueden dominar grandes extensiones de terreno y "controlar" cientos de tropas. Chamanes Orcos han aprendido a dominar un tipo de magia única en su especie, de un distintivo color verde y más poderosa cuanto más piel-verde luche a su lado. Y otros Orcos simplemente vagan por las llanuras de las Tierras Monstruosas, sin más objetivo que sobrevivir de lo que encuentren, incluso si lo que encuentran son aventureros perdidos.
Sin embargo no todo Orco sigue la senda del caos. Por difícil que parezca, esta raza entra en la descripción de Cognos. Y la historia ha dado a conocer a varios ciudadanos ejemplares que mostraban su distintivo color de piel con orgullo. A demás, sus descendientes los Semiorcos (frutos de la unión entre un Humano y un Orco) y los Firbolgs (de un Enano y un Orco), son aceptados en casi todas las sociedades no élficas más fácilmente que sus progenitores piel-verde.