Los Firbolgs, o despectivamente, "Pies Grandes", son la única raza híbrida descendiente de los Orcos capaz de concebir entre sí descendencia fértil. De sangre mixta Enana a los firbolgs les encanta nada más que pasar un día tranquilo entre los árboles de un viejo bosque. Ven los bosques como lugares sagrados, que representan el corazón del mundo y monumentos a la durabilidad de la vida.
En su papel de cuidadores, los Firbolgs viven de la tierra mientras se esfuerzan por permanecer en equilibrio con la naturaleza. Sus métodos reflejan el sentido común y el ingenio notable. Durante un verano abundante, almacenan el exceso de frutos secos, frutas y bayas. Cuando llega el invierno, esparcen todo lo que pueden ahorrar para asegurar que los animales de la madera sobrevivan hasta la primavera. En los ojos de un Firbolg no hay mayor culpa que la codicia. Los Firbolgs creen que el mundo sigue siendo más saludable cuando cada criatura toma solo lo que necesita. Los bienes materiales, especialmente gemas preciosas y oro, tienen poco atractivo para ellos. ¿De qué sirven esas cosas cuando el invierno se detiene y la comida se queda corta?
Los Firbolgs tiene un talento para la magia druídica. Su reverencia cultural por la naturaleza, combinada con sus mentes fuertes y perspicaces, hace que el aprendizaje de dicha magia sea una parte instintiva de su desarrollo. Casi todos los Firbolg aprenden algunos conjuros, generalmente los utilizados para enmascarar su presencia, y muchos continúan para dominar la magia de la naturaleza. Firbolgs que se convierten en druidas sirven como líderes de la fortaleza. Con cada acción que realiza la tribu, los druidas no solo pesan las necesidades del grupo, sino también el efecto que tendrá cada acción en el bosque y en el resto del mundo natural. Las tribus Firbolg preferirían pasar hambre antes que forzar la tierra durante una hambruna.