- Tancredo os contó lo siguiente sobre Don Tomás:
Nadie sabe nada sobre la infancia de Tomas, qué edad tiene ni de dónde es.
Ya no queda nadie quien pueda describir su rostro pues lo ha ocultado tras su yelmo por mucho tiempo. Se rumorea que él ni siquiera pertenece a la raza de los humanos.
Tomas lleva ya muchos años ostentando con orgullo el título de juez y lo ha merecido gracias a sus férreos principios. Encarna el orden y la justicia y se encargará de castigar a todos los delincuentes que se encuentre según su transgresión. Todos los inocentes, en cambio, serán absueltos a toda costa. ¡Por la gracia de La Cruz !
Tomas jamás ha dictado una sentencia inculpatoria si la culpa no estaba probada. Su inteligencia extraordinaria y la forma meticulosa de hacer el trabajo le han permitido resolver incluso los casos más intrincados dictando sentencias justas.
Una vez condenó al hijo de un hombre apoderado a ser azotado públicamente en la plaza por haber cometido un robo menor. El padre se enfadó y, utilizando su influencia, consiguió deshacerse de Tomas expulsándolo de su ciudad natal y obligándolo a impartir justicia en lugares remotos. Ese suceso no quebrantó la voluntad de Tomas ya que la justicia debía mantenerse en todas partes.
Desde entonces ha capturado a muchos bandoleros en las carreteras a los que ha ejecutado en el acto. Tomas posee una enorme fuerza física y tiene mucho aguante, lo que le ha permitido acabar fácilmente con una enorme pandilla que saqueaba y quemaba las aldeas circundantes.
Así es como rige los destinos el representante de la ley que ha juntado en su persona al juez con el verdugo...
¡Crux Vult!