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Sesión 12: Fano de la Serpiente Nocturna

Sesión Online

Explorando

Petros, Kranos y Victorius avanzaron con cautela hacia el centro amurallado, el área donde parecía que vivía la nobleza. Al llegar al jardín interior, se dieron cuenta de que todo estaba hecho de piedra. En el centro, un gran aljibe se encontraba con agua estancada. Petros tomó una piedra y la arrojó, escuchando el sonido tardar unos 15 segundos hasta que finalmente se sumergió en el agua. Kranos, por su parte, tomó una antorcha encendida y la dejó caer en el agua, observando cómo la llama se extinguía en la superficie.

Después de examinar el aljibe, decidieron continuar su camino y se acercaron a un edificio que parecía ser el más conservado de la zona. Kranos se acercó a la puerta de piedra y vio un relieve tallado de omuenses antiguos realizando tareas aristocráticas. Las puertas se abrieron sin mucha dificultad, lo que les hizo sospechar que alguien había entrado recientemente. La tensión aumentó en el grupo mientras avanzaban hacia el interior del edificio, cada uno atento a cualquier posible amenaza que pudiera aparecer en su camino.

El templo abandonado

Dentro del edificio, encuentran una gran sala de recepción con una pintura en el techo de una corte y una figura de Ubtao pintada en el piso. La siguiente puerta que abren conduce a otra sala de espera con pinturas tiradas en el suelo y sillas desperdigadas. Petros comenta sobre la belleza de Omu, a lo que Kranos responde sarcásticamente. Más adelante, Petros abre una puerta y descubre una habitación llena de esqueletos y ratas, lo que los hace cerrarla inmediatamente. Kranos, por su parte, abre otra puerta y encuentra una habitación iluminada naturalmente por una cúpula de vidrio en el techo. En el suelo, ven el mapa de Omu hecho en piedra y un estrado en el fondo. Kranos revisa el trono en busca de pistas, pero solo ve letras desconocidas. Danki intenta subir pero no alcanza, y Kranos lo ayuda. Sin embargo, el enano cae y rompe las sillas. Petros revisa otro estrado y descubre que uno de los escalones está flojo. Al quitar la madera, encuentran un pozo que parece llevar a un pasadizo. Elanord se niega a bajar, pero Petros usa la psicología inversa para convencerlo y finalmente lo hace. Una vez en el pozo, Elanord es el primero en saltar seguido por Kranos y Petros. El resto del grupo los sigue. Ahora, se encuentran en un lugar desconocido, lleno de incertidumbre y misterio, listos para continuar su búsqueda.

El grupo de aventureros, compuesto por Danki, Ratko, Kranos y Petros, avanzó por el pasillo oscuro con telarañas hasta llegar a una puerta decorada con serpientes entrelazadas y orificios de 5 cm de ancho en la base de ambas puertas. Danki intentó persuadir a Ratko para que metiera los dedos en los agujeros, pero nada sucedió. Sin embargo, el enano decidió inspeccionar las serpientes más de cerca. Kranos decidió intentar abrir la puerta y notó que había dos ojos que lo observaban desde una trampilla. Un Yuan Ti, un hombre serpiente, se presentó como Nanth y Kranos intentó consultarle sobre su presencia allí, pero el hombre serpiente no dijo mucho al respecto. Petros le dijo a Nanth que siempre había querido ver un refugio Yuan Ti y le ofreció 10 monedas de oro para que los dejaran pasar. Una vez dentro, Danki comenzó a hablar con un seseo que, desafortunadamente, los Yuan Ti tomaron como un insulto. Kranos intentó convencer a los hombres serpiente de que Danki tenía delirios y se creía un Yuan Ti, pero no tuvo éxito. Intentaron irse, pero los Yuan Ti se sintieron insultados y no permitirían que el enano se fuera. Varios Yuan Ti agarraron a Danki y lo arrastraron mientras el enano guiñaba un ojo a Kranos. Intentaron sobornar a Nanth con más monedas de oro, pero el hombre serpiente pidió 100 y Kranos intentó ofrecerle gemas en su lugar, pero se negaron. Finalmente, tras hablar con los Yuan Ti, decidieron entregar sus armas y ser encarcelados para salvar al enano.

Captura

La situación era tensa. Danki, Petros, Elanord, Victorius, Ratko y Kranos habían sido encarcelados por insultar y sobornar a los Yuan Tis. Después de un rato en la celda, se encontraron con un hombre ya encarcelado, al que Danki le propinó un escupitajo en la frente, haciendo que este despertara. Este hombre se presentó como Lucius Faris y les contó que estaba allí porque "pasaron cosas". En un momento, un yuan ti llamado Yaruh abrió la puerta y les reprochó su actitud. Les indicó que tendrían una audiencia para tratar el tema. Lucius intentó explicar que se había perdido, pero Yaru lo acusó de haberse unido a ellos y traicionarlos. La serpiente les dijo que se las verían con FenthazaFinalmente, los Yuan Tis los liberaron y los llevaron a una habitación donde se encontraba Fentazha, la sacerdotiza. En la habitación, había un cofre junto a una urna de piedra y Danki se arrodilló. Kranos intentó explicar lo sucedido, pero no logró convencer a Fentazha. Entonces, trajeron a Nanth, quien estaba golpeado y asustado, y quien indicó que ellos eran los hombres que lo habían agredido. Fentasa hizo una seña para que retiraran a Nanth y luego les dijo que tendrían que cumplir tareas para pagar por su ofensa. Danki tendría que ayudar a Zeemas, Petros a Sopal en la destilería de veneno, Lucius a limpiar los cubiles de los Yuan Tis, Elanord a ayudar a Danki, Victorius a ayudar a Petros, Ratko a ayudar a Zeemas junto con Danki y Kranos a limpiar los cubiles junto a Lucius.

La chispa

La tensión seguía latente, pero los aventureros sabían que no tenían otra opción más que cumplir con estas tareas para poder salir de allí. Danki y Ratko se dirigieron hacia donde se encontraba Zeemas, un experto en armamento que los recibiría con los brazos abiertos. La tarea que les habían encomendado no era fácil, pero trabajarían juntos para conseguir el objetivo. Mientras recolectaban las herramientas necesarias para comenzar a trabajar, Zeemas comenzó a hablarles sobre la situación en la que se encontraban. Les contó que Fentasa, la sacerdotisa que los había llevado allí, estaba planeando un golpe de estado para derrocar a los Yuan Tis y tomar el control. Danki y Ratko no podían creer lo que escuchaban. ¿Cómo era posible que Fentasa estuviera planeando algo así? ¿No era ella una aliada de los Yuan Tis? Pero Zeemas parecía estar seguro de lo que decía, y les advirtió que tuvieran cuidado, que las cosas podrían ponerse peligrosas en cualquier momento.

Mientras tanto, Elanord, Victorius y Petros se encontraban en la destilería. Sopal, el encargado del lugar, no parecía muy contento con su presencia. Les preguntó qué hacían allí, y cuando le explicaron que Fentasa los había enviado, sus ojos se abrieron de par en par. Los guió hasta unas partes cavernosas donde les pidió que recolectaran 1700 hongos. Les entregó un bote con un solo remo y les dijo que la primera cueva a la derecha era el lugar donde podrían encontrar los hongos. Los tres se subieron al bote y comenzaron a remar. La marea los llevó hasta la cueva indicada, pero algo extraño comenzó a suceder debajo del agua. Sentían movimientos extraños y sonidos de ecos y silbidos. De repente, vieron un grupo de Yuan Tis llevando a un humano que gritaba desesperadamente "No, no, al agua no". Cuando lo arrojaron al agua, una criatura con múltiples cabezas emergió de las profundidades y comenzó a devorarlo. Petros comenzó a remar más rápido, mientras sus compañeros se aferraban con fuerza al bote. Finalmente, llegaron a la cueva de los hongos y saltaron del bote. Miraron hacia atrás, viendo cómo la criatura se sumergía en el agua. Después de recuperar el aliento, comenzaron a recolectar los hongos. La tarea no era fácil, pero trabajaron juntos y lograron completarla. Mientras tanto, no podían dejar de pensar en lo que habían visto debajo del agua. ¿Qué tipo de criatura era esa? ¿Qué más escondían las profundidades de las cuevas?

Tareas

Lucius y Kranos avanzaron por el oscuro y angosto pasillo del refugio, sorteando nichos llenos de yuan tis y humanos esclavizados. Los dos hombres estaban en una misión secreta para Fentazha, la sacerdotisa que los había liberado de su celda en la prisión de los yuan tis. De repente, un guardia les entregó una pala de plástico y les ordenó que limpiaran los cubiles de los yuan tis. Lucius estaba indignado, pero se contuvo y comenzó a hablar con el yuan ti a cargo. Le contó sobre un plan para derrocar a Ras Ni, el líder supremo de los yuan tis corruptos. Kranos, disimulando, hablaba en voz alta como si estuviera en contra de la idea. Sin embargo, el yuan ti los denigró y se negó a escuchar. Les dijo que era leal a Ras Ni y que cualquier intento de subvertirlo sería castigado con la muerte. Lucius y Kranos continuaron su trabajo, pero no dejaron de pensar en cómo podrían lograr su objetivo.

Danki y Ratko ayudaban a Zeemas en su tarea diaria. Danki comenzó a hablar con ella sobre el plan de Fentazha para derrocar a los yuan tis corruptos. Zeemas estaba sorprendida, pero también intrigada. Le preguntó a Danki cómo podría ayudar, y él le dijo que necesitaban personas de confianza que estuvieran dispuestas a actuar en secreto. Danki también le confesó que no era un yuan ti de nacimiento, a lo que Zeemas solo atino a palparle la cabeza.

Petros, Victorius y Elanord estaban a punto de encontrar los últimos hongos cuando Petros se topó con algo extraño: un esqueleto con un collar de bronce y una llave. Al tomar la llave, una nube de esporas comenzó a salir del cuello del esqueleto y Petros logró taparse la nariz y la boca a tiempo para no inhalar la mayor parte de ese polvo, aunque vomitó un poco debido al susto. Con todos los hongos en su poder, los tres aventureros salieron de la cueva y se subieron en un pequeño bote para cruzar un lago. Pero, mientras avanzaban, vieron cómo la hidra asomaba su cabeza en la superficie del agua. Petros, Victorius y Elanord cerraron los ojos y continuaron su camino. Al llegar al otro lado, fueron recibidos por un grupo de yuantis que se burlaron de su miedo a una criatura tan pequeña.

El plan

Petros les habló sobre los hongos que habían recolectado, pero los yuantis les ordenaron que los tiraran y los llevaron de vuelta a sus celdas. Frustrados por el fracaso de su misión, los aventureros se encontraron con Fentazha, una serpiente yuan ti que los invitó a su habitación para hablar sobre la revolución que se estaba gestando. La serpiente les propuso convertirlos en yuan tis mediante un ritual para que pudieran pasearse por el refugio sin levantar sospechas y, de esta manera, dar inicio a la revolución que tanto ansiaban. Para ello, les indicó la clave para abrir la armería "Mascara Negra" y les encomendó la tarea de difundir el rumor y proporcionar armas a los esclavos para que se sumaran a la causa. Después de completar el ritual, Petros, Victorius, Elanord, Danki, Kranos y Lucius salieron a cumplir su tarea, dispuestos a dar inicio a la revolución que cambiaría el rumbo del refugio.