Zeke es un guerrero formidable, impulsado por una ira incontrolable hacia aquellos que atacan a los indefensos. Desde joven, entrenó en el monasterio junto a su hermano Haddus, pero mientras este buscaba la serenidad en la disciplina monástica, Zeke siempre sintió que la justicia debía forjarse con sangre y acero. Durante el asalto al monasterio, su furia desatada fue clave para repeler a los invasores, pero también fue su condena. Expulsado por su violencia excesiva, juró encontrar y destruir a los responsables del ataque.