Artesano era un término que englobaba a quienes se dedicaban a alguna forma de arte u oficio. Se aplicaba tanto a los artistas reales como a la mayoría de los artesanos que transformaban materias primas en productos finales.
De todos los muchos oficios de Rokugán, no había ninguno superior al de los armeros, que forjaban armas y armaduras para uso de los guerreros. Incluso el simple acto de fabricar un yelmo o una lanza era de enorme utilidad para cualquier daimyo que no quisiera perder sus tierras a manos de bandidos, trasgos o clanes enemigos.
Pero aunque estos herreros eran los más honrados, no eran ni mucho menos los únicos que necesitaba la sociedad. Carpinteros, albañiles, talladores de madera, cerveceros, cocineros, sastres y muchos otros que ejercían un oficio eran buscados si su habilidad era grande. A menudo, podían significar la diferencia entre una casa destartalada con pocos adornos y una mansión palaciega con adornos asombrosos.